MODULO VI
BIOSFERA
El delgado manto de vida que
cubre la Tierra
recibe el nombre de biosfera.
Es una capa relativamente delgada
de aire, tierra y agua capaz de dar sustento a la vida, que abarca desde unos 10 Km . de altitud en la
atmósfera hasta el más profundo de los fondos oceánicos. En esta zona la vida
depende de la energía del Sol y de la circulación del calor y los nutrientes
esenciales.
La biosfera ha permanecido lo
suficientemente estable a lo largo de cientos de millones de años como para
permitir la evolución de las formas de vida que hoy conocemos.
Las divisiones a gran escala de
la biosfera en regiones con diferentes patrones de crecimiento reciben el
nombre de regiones biogeográficas.
2.4.1 RELACIÓN
CLIMA-SUELO-VEGETACIÓN
La
distribución de los diversos tipos de climas determinan diferentes tipos de
paisajes, llamados regiones naturales (biomas).
REGIONES NATURALES
Región
natural. Es una porción de territorio con características uniformes en cuanto
al clima, el relieve, la flora y la fauna, en donde se desarrollan determinadas
actividades económicas, según los recursos que esa región ofrezca.
Otros
elementos importantes en la formación de las regiones naturales son la
hidrología (ríos, lagos, aguas subterráneas) y los diversos tipos de suelos.
En la
regiones de clima húmedo con abundantes lluvias, el suelo superficial es pobre
debido a que el exceso de humedad lo oxida (lixiviación) y la capa de suelo
productivo está a más de 50 cm .
de profundidad, a donde se filtran los nutrientes. Estos son los llamados
suelos forestales, donde se desarrollan la selva, el bosque mixto y el bosque
de coníferas, ya que las largas raíces de los árboles les permite tomar los
nutrientes del subsuelo. No son suelos aptos para la agricultura.
En las
regiones de clima seco, donde abundan las arenas o en aquellas con predominio
de roca caliza, la poca precipitación que llega a producirse, de inmediato se
infiltra, por lo que su hidrología es de aguas subterráneas. Aquí se desarrollan
suelos de desierto o suelos calizos (terrarrosa) que sostienen una escasa
vegetación. Tampoco son aptos para la agricultura por su gran porosidad y
carencia de materia orgánica.
En
México, debido a la existencia de variados tipos de clima, también se cuenta
con la mayoría de las regiones naturales.
Factores abióticos
Los factores abióticos que
determinan la distribución y características de los vegetales y los animales
que habitan cada bioma son los siguientes:
- El clima: Es un elemento preponderante
en la formación de los biomas. El calor, la luz solar y la humedad son
elementos fundamentales para el desarrollo vegetal. Los animales adoptan
diferentes características de acuerdo al clima en que viven y también de
acuerdo a la vegetación de la zona.
- El relieve: Las diferentes
alturas determinan grandes diferencias en las características de la flora
y la fauna.
- El suelo: Según la
constitución de suelo, orgánicos, fértiles, arcillosos y ricos en
sedimentos fluviales, arenosos, calcáreos o salinos (característicos de
zonas estériles), los vegetales cambian sus características y varía su
cantidad, lo mismo que la fauna.
2.4.1.1. REGIONES BIOGEOGRÁFICAS
Llamamos área biogeográfica a la
"superficie de tierra ocupada por una entidad biológica (familia, género,
especie, variedad) determinada".
Pueden establecerse a lo largo
del globo distintas regiones, cuyos límites están establecidos en función de los
grupos dominantes, grupos endémicos, etc. Pero en base a su capacidad para
ampliar su área geográfica, los seres vivos que creemos característicos de una
región pueden estar presentes en otros territorios.
De acuerdo con el criterio de
Engler, modificado por Mattik en 1964, estas regiones se clasifican de la
siguiente manera:
Regiones
del mundo
Regiones Fitogeográficas
|
Regiones Zoogeográficas
|
I. Región Holártica
|
I. Región Holártica
|
II. Región Paleotropical
|
II. Región Etiópica
|
III. Región Neotropical
|
III. Región Oriental
|
IV. Región Cápense
|
IV. Región Australiana
|
V. Región Australiana
|
V. Región Neotropical
|
VI. Región Antártica
|
VI. Región Antártica
|
VII. Región Oceánica
|
VII. Región Oceánica
|
Las
regiones se dividen a su vez en dominios, provincias y distritos, basándose en
la vegetación, y se trata de integrar en cada territorio plantas y animales.
REGIONES FITOGEOGRÁFICAS
Región Holártica. Ocupa los
continentes o islas del hemisferio norte desde, aproximadamente los 30º de
latitud Norte hasta el polo. Se caracteriza por sus grandes bosques de
coníferas, como la taigá Siberiana; la tundra, donde hay hongos, musgos o
líquenes; sus bosques de hojas caducas, abedul, roble, álamo; su producción de
gramíneas, como trigo, cebada, centeno y arroz, y su vegetación xerófita, como
los agaves, cactus, mezquites y yucas. Los
climas son secos, templados, fríos y polares.
Región Paleotropical. Ocupa las
regiones tropicales de África; Asia menor, sur de Asia; Malasia, Indonesia y
Polinesia. En la región se ubican selvas tropicales, selvas monzónicas,
vegetación xerófita, sabanas y desiertos. Los climas predominantes son los
tropicales con lluvias todo el año, de monzón, de lluvias en verano y secos, ya
sea esteparios y desérticos.
Región Neotropical. Ocupa los
trópicos de América, desde el extremo sur de Estados Unidos de América hasta el
estrecho de Magallanes, a excepción de la angosta zona de bosques patagónicos
que pertenecen a la región antártica. Su vegetación está relacionada con la
región paleotropical; pero hay varias familias importantes como las cactáceas.
Predomina
el clima tropical lluvioso, aunque también hay templados (Cw), en las partes
altas, y secos, sobre todo esteparios. En los climas tropicales prevalecen las
selvas tropicales lluviosas con palmeras, caobas, cedros rojos, árboles de
caucho y ceibas, entre otros. Los pinos son propios del norte de la región y
las araucarias del sur, en climas templados.
Región Cápense. Está
limitada en la zona del Cabo de Buena Esperanza, donde crece una flora distinta
a la del resto de África. A ella corresponden climas templados y secos, en los
que hay vegetación de pradera (herbáceas) y vegetación xerófita, como la típica
welweistchia del Kalahari y el árbol mai de Sudáfrica.
Región Australiana. Abarca
Australia y se caracteriza por la abundancia de Eucaliptos con cerca de 500
especies, además de acacias y casuarinas. Los climas que predominan son secos,
templados y, al noroeste de la isla, una pequeña parte son tropicales.
Región Antártica. Cubre el
extremo suroeste de América del sur, Nueva Zelanda, las islas subantárticas y la Antártica. Aunque
el clima predominante es el polar (EF y ET), existen zonas de clima templado
con lluvias todo el año (Cf), por lo que germinan las araucarias y la haya
austral.
Región Oceánica. Ocupa los
océanos con una flora macroscópica en la que abundan las algas, una fauna en la
que hay una gran cantidad de peces, así como una riquísima flora planctónica.
REGIONES ZOOGEOGRAFICAS
Región neártica. Incluye
Norteamérica y Groenlandia. Sus características son similares a las de la
región paleártica. Animales característicos son el berrendo, bisonte, oso,
castor, etc.
Región paleártica. Comprende
toda Europa, África hasta el límite meridional del Sahara, gran parte de la
península arábica y la mayor parte de Asia al norte de la línea del Himalaya.
Incluye por tanto en general las zonas templadas y frías del hemisferio
septentrional con la excepción de los desiertos cálidos de su límite inferior.
La fauna es, pues, muy variada. Especies características son: bisonte, ciervo,
oso, lobo, topo, lirón, jineta, puerco espín, glotón, lémming, buitre común.
Debido a
que la fauna de las anteriores dos regiones está estrechamente relacionada, en
muchas ocasiones se consideran como una sola a la que se le denomina Holártica,
ya que corresponden a la región botánica del mismo nombre.
Región etiópica. Incluye
el resto del continente africano, al sur del Sahara y la franja meridional de
la península arábica. Los climas son tropicales (A), secos (B) y templados
(C).Las especies características son: chimpancé, gorila, hiena, elefante,
jirafa, hipopótamo, cebra, rinoceronte, avestruz. etc. Abundan los reptiles y
los insectos.
Región oriental o Índica. Incluye
el archipiélago malayo y todas las zonas de Asia que no quedan dentro de las
regiones paleártica o etiópica. El clima es cálido o muy cálido. La fauna que
destaca es: rinoceronte, orangután, pavo real, tigre, faisán, oso panda, etc.
Región neotropical. Comprende
América central, Sudamérica y las Antillas. El clima es también muy variado
desde regiones muy frías a otras muy cálidas. Especies características: aguti,
oso hormiguero, guanaco, llama, zarigüeya, colibrí, caimán, piraña, serpiente
de coral, etc.
Región australiana. Comprende
Australia, Nueva Zelanda y nueva Guinea, las Molucas e islas circundantes. Se
incluyen aquí zonas desérticas, climas templados y algunos frescos. En su fauna
destacan los marsupiales, ratones, ave del paraíso, ave lira, papagayo, etc.
Región antártica. Apenas
presenta vida vegetal y sus pobladores animales se agrupan básicamente en las
franjas costeras, dependiendo del mar para su alimentación. Las bajas
temperaturas son lo que limitan la vida animal.
Elementos típicos de su fauna: pingüinos y varias especies de focas,
abundan también las aves marinas como gaviotas, cormoranes, etc., Así como una
rica fauna marina (cetáceos, calamares y peces).
Región malgache. Comprende
solamente Madagascar, con una fauna muy característica en la que los lémures
son algunos de sus animales más abundantes
conserva especies muy arcaicas.
Región oceánica. Corresponde
a la misma región botánica.
En América existen dos regiones: la Neártica , al norte del
continente, y la
Neotropical , en Centro y Sudamérica. La República mexicana se
encuentra ubicada precisamente en la zona de confluencia y transición de estas
dos grandes regiones biogeográficas, por lo que la flora y la fauna nacionales
se han enriquecido notablemente, de tal modo que es posible encontrar aquí
especies típicas del trópico, como el tapir o el quetzal, y de las regiones
boreales, como el lobo, el águila real o el oso negro, por citar sólo algunas.
En todos estos tipos de
ecosistemas se han establecido y evolucionado infinidad de especies animales,
muchas de las cuales habitan únicamente en limitadas regiones de nuestro
territorio, con ciertas características que no se repiten en ningún otro sitio
del planeta. Se considera que, dependiendo del grupo de que se trate, entre un
30 y un 50% de los vertebrados mexicanos son endémicos.
Pero no sólo el porcentaje de
especies endémicas es sobresaliente en la fauna mexicana, ya que la diversidad
total nos sitúa entre los cuatro países más ricos del mundo en términos
biológicos. Por ejemplo, las aproximadamente 284 especies de anfibios nos
colocan en el cuarto sitio a nivel mundial en diversidad de estos animales,
siendo el 53% de ellas endémicas. Las 704 especies de reptiles que se han
registrado en México (alrededor de 51% de ellas endémicas), nos convierten en
el país con mayor número de estos animales en todo el mundo, y en cuanto a los
mamíferos, se han registrado 449 especies terrestres (33% de ellas endémicas) y
50 marinas, lo que nos ubica en el segundo lugar a nivel mundial.
2.4.2 RECURSOS
NATURALES
Son los
elementos y fuerzas de la naturaleza que el hombre puede utilizar y aprovechar.
Representan, además, fuentes de riqueza para la explotación económica. Por
ejemplo, los minerales, el suelo, los animales y las plantas constituyen
recursos naturales que el hombre puede utilizar directamente como fuentes para
esta explotación. De igual forma, los combustibles, el viento y el agua pueden
ser utilizados como recursos naturales para la producción de energía. Pero la
mejor utilización de un recurso natural depende del conocimiento que el hombre
tenga al respecto, y de las leyes que rigen la conservación de aquel.
Cuando se
formaron las primeras concentraciones de población, el medio ambiente empezó a
sufrir los primeros daños de consideración.
Los
recursos naturales son de dos tipos: renovables y no renovables. La diferencia
entre unos y otros está determinada por la posibilidad que tienen los
renovables de ser usados una y otra vez, siempre que el hombre cuide de la
regeneración.
Las
plantas, los animales, el agua, el suelo, entre otros, constituyen recursos
renovables siempre que exista una verdadera preocupación por explotarlos en
forma tal que se permita su regeneración natural o inducida por el hombre.
Sin
embargo, los minerales y el petróleo constituyen recursos no renovables porque
se necesitó de complejos procesos que demoraron miles de años para que se
formaran. Esto implica que al ser utilizados, no puedan ser regenerados.
Todo esto
nos hace pensar en el cuidado que debe tener el hombre al explotar los recursos
que le brinda la naturaleza.
El Agua
El agua,
al mismo tiempo que constituye el líquido más abundante en la Tierra , representa el
recurso natural más importante y la base de toda forma de vida.
La vida
en la Tierra
ha dependido siempre del agua. Las investigaciones han revelado que la vida se
originó en el agua, y que los grupos zoológicos que han evolucionado hacia una
existencia terrestre, siguen manteniendo dentro de ellos su propio medio
acuático, encerrado, y protegido contra la evaporación excesiva.
El agua
constituye más del 80% del cuerpo de la mayoría de los organismos, e interviene
en la mayor parte de los procesos metabólicos que se realizan en los seres
vivos. Desempeña de forma especial un importante papel en la fotosíntesis de
las plantas y, además, sirve de hábitat a una gran parte de los organismos.
Dada la
importancia del agua para la vida de todos los seres vivos, y debido al aumento
de las necesidades de ella por el continuo desarrollo de la humanidad, el hombre
está en la obligación de proteger este recurso y evitar toda influencia nociva
sobre las fuentes del preciado líquido.
Pese a
una aparente abundancia, el agua dulce, es relativamente rara en la biosfera.
A
diferencia de muchos otros problemas de recursos que no llegarán a ser
cruciales más que en un futuro más o menos lejano, el del agua dulce es actual.
La mayor parte de los países industrializados sufren ya una grave penuria,
incluso aquellos que a priori parecen mejor provistos de dicho elemento.
Si
examinamos ahora, no los volúmenes de agua dulce disponible, sino su
distribución geográfica, se constata que ese elemento es no solamente bastante
escaso en la biosfera sino que además se halla muy mal distribuido en la
superficie de las tierras emergidas. Así, en más de la mitad de los
continentes, el agua dulce existe en cantidades insuficientes o bajo una forma
inutilizable para los fines agrícolas o industriales.
Si
tenemos en cuenta el incesante aumento de las necesidades de agua en la
civilización contemporánea, se llega a la conclusión de que el agua es ya
escasa en no pocas regiones del mundo. Figura en el primer plano de los
recursos naturales susceptibles de faltar a la humanidad en un futuro próximo.
La atmósfera
No hay
dudas de que la atmósfera constituye un recurso natural indispensable para la
vida, y se clasifica como un recurso renovable. Sin embargo, su capacidad de
renovación es limitada, ya que depende de la actividad fotosintética de las
plantas, por la cual se devuelve el oxígeno a la atmósfera. Por esta razón, es
lógico pensar que de resultar dañadas las plantas, por la contaminación del
aire o por otras acciones de la actividad humana, es posible que se presente
una reducción del contenido de oxígeno en la atmósfera, con consecuencias
catastróficas para todos los seres vivos que lo utilizan.
El
hombre, en su incesante avance científico-técnico, debe tomar las medidas
adecuadas para que su propio desarrollo no haga a nuestra atmósfera víctima de
la contaminación.
El Suelo
Uno de
los principales recursos que brinda la naturaleza al hombre es el suelo, ya que
en él crecen y se desarrollan las plantas, que sirven de alimento al hombre y
los animales.
La
formación de los suelos depende de un largo y complejo proceso de
descomposición de las rocas, en el cual intervienen factores físicos, químicos
y biológicos.
Para
evitar la degradación de los suelos es necesario:
·
Evitar las talas y los desmontes
desmedidos, así como las quemas, fundamentalmente en las laderas.
·
Proporcionar al suelo la
cobertura vegetal necesaria para evitar la erosión.
·
Evitar la contaminación que
provoca el uso indiscriminado de productos químicos en la actividad agrícola.
Los Recursos
Marinos
El agua
oceánica ocupa casi el 71% de la superficie de la Tierra.
El océano
mundial adquiere cada vez más importancia como fuente de recursos alimenticios.
En sus aguas habitan cerca de 180,000 especies de animales; entre ellas,
alrededor de 16,000 variedades de peces. También habitan aproximadamente 10,000
especies de plantas, que son indispensables en las cadenas alimenticias de los
habitantes marinos.
Pero el
océano, con su enorme extensión, no es fuente tan solo de alimentos. Debajo de
las aguas existen recursos tan importantes para el hombre, como petróleo y gas,
y de ellas es fácil obtener un alto número de elementos, tales como magnesio,
bromo, boro, uranio, cobre, etc. La sal común, tan necesaria para la humanidad,
es obtenida directamente del mar.
La flora
y la fauna representan los componentes vivos o bióticos de la naturaleza, los
cuales, unidos a los componentes no vivos o abióticos, como el suelo, el agua,
el aire, etc., conforman el medio natural.
La flora
y la fauna representan recursos naturales renovables, de gran importancia para
el hombre. De la flora proviene una gran parte de los alimentos y medicamentos,
así como la materia prima para la industria textil, maderera y otras.
A través del
tiempo, el hombre, en su lucha por dominar la naturaleza, aprendió a usar las
plantas y los animales para subsistir; de ellos obtenía alimentos, vestidos y
fuego para calentarse. Pero, a medida que las comunidades fueron creciendo,
fueron aumentando de igual modo las necesidades de alimentos, y, por
consiguiente, la utilización de la flora y la fauna se incrementó hasta niveles
muy por encima de las capacidades de regeneración de la naturaleza.
El
desarrollo de la agricultura hace que se incrementen las áreas de cultivo, en
detrimento de las áreas naturales, lo cual hace que desaparezca también un gran
número de especies de plantas. La fauna, que encuentra en estas áreas naturales
su hábitat, es decir, el lugar donde vive y se desarrolla una especie animal o
vegetal, se ve cada vez más amenazada al tener que buscar otras áreas donde
satisfacer las necesidades vitales.
El
desarrollo de la industria, que con sus desechos contamina el medio, afecta de
igual forma el medio natural y, por consiguiente, a los sistemas vivientes que
en él habitan.
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